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Si estás leyendo esto en línea, formas parte del 95 por ciento de estadounidenses con acceso a Internet. Tal vez formes parte del 80 por ciento con acceso a banda ancha, e incluso disfrutes de las rápidas velocidades y ventajas de Internet por fibra óptica.
La conectividad afecta casi todos los aspectos de la vida cotidiana de la mayoría de los estadounidenses. Pero no todo el mundo está en línea, y muchas veces no es por elección propia, incluso en centros tecnológicos como Seattle. Casi 17 millones de personas en Estados Unidos siguen sin tener acceso a Internet, y todavía son más los estadounidenses que no disponen de banda ancha de alta velocidad, imprescindible para muchas aplicaciones.
Esa disparidad crea la brecha digital. Según la National Digital Inclusion Association (NDIA), "la brecha digital impide la igualdad de participación y oportunidades en todos los ámbitos de la vida". Afecta desproporcionadamente a "personas de color, pueblos indígenas, hogares con bajos ingresos", entre otros.
La brecha digital puede ser aún más aguda para las poblaciones sin vivienda. Para muchos, una conexión a Internet es ahora esencial para actividades como:
Incluso, para encontrar alojamiento a largo plazo puede ser necesario tener acceso a Internet. Sin conexión, ¿cómo podrías completar una solicitud que solo está disponible en Internet? ¿Cómo podrías buscar ofertas de empleo? ¿Cómo podrías pagar facturas o enviar tus tareas en línea?
En Seattle, el Local Connectivity Lab (LCL), una organización sin fines de lucro afiliada a la Universidad de Washington que crea redes comunitarias, se propuso responder esas preguntas. En colaboración con la ciudad, proveedores de servicios de Internet y otras organizaciones sin fines de lucro, LCL creó soluciones comunitarias de Internet para los ciudadanos más necesitados de la ciudad. Al hacerlo, aprovecharon las ventajas de la fibra óptica para reducir la brecha digital.
Seattle es la sede de Microsoft, Amazon y muchas otras empresas tecnológicas. También es una de las ciudades más conectadas del país: en 2024, el 98 por ciento de los hogares tiene algún tipo de acceso a Internet.
Aun así, incluso las ciudades más tecnológicas pueden sufrir una brecha digital. Seattle tiene una de las tasas per cápita de personas sin hogar más altas del país, con más de 16,000 residentes sin vivienda. Representan uno de los grupos más necesitados de la ciudad en materia de acceso digital.
La brecha digital de Seattle se amplió aún más en 2020, durante los primeros días de la pandemia de COVID-19. Sin acceso a Internet, era probable que las personas que ya se encontraban en situación de desventaja se quedaran aún más rezagadas. En respuesta, la ciudad lanzó ese mismo año su iniciativa Internet for All Seattle (Internet para todo Seattle). Al hacerlo, creó un marco para ayudar a todos los que sienten que Seattle es su hogar, incluidos los que carecen de una vivienda.
Si bien los Tiny House Shelters abordaron el problema de inseguridad habitacional, el Low Income Housing Institute (LIHI) también debía ocuparse de la cuestión de la equidad digital. Recurrieron al Local Connectivity Lab. Al principio, cuenta Esther Jang, fundadora del LCL, el grupo trabajaba específicamente en tecnologías de conectividad celular de código abierto para regiones rurales de escasos recursos. Pero cuando Seattle necesitó ayuda para proporcionar acceso a Internet a su población sin techo, LCL disponía de los medios necesarios para tenderle una mano.
Al trabajar en colaboración con la Universidad de Washington, LCL se apoyó en los sistemas de financiación universitarios para respaldar su trabajo. Crearon la Seattle Community Network (SCN) en 2019 para "compartir el acceso gratuito o de bajo costo a la banda ancha en las áreas más necesitadas de la ciudad". La nueva red pretendía "utilizar la infraestructura de red existente en la ciudad, como (...) cables de fibra óptica".
Jang, que creció en Nueva York, se inspiró en otro programa, NYC Mesh, para crear la Seattle Community Network. Al igual que SCN, NYC Mesh es una organización dirigida por voluntarios que proporciona un acceso rápido y asequible a Internet a los residentes de la ciudad que carecen de servicios o cuentan con servicios insuficientes. Jang trabajó como voluntaria junto a ellos durante los recesos escolares. "Sentí que allí encajaba de verdad", cuenta. "Pensé, esta es mi gente". Y se decidió a crear algo similar en Seattle.
"Al principio, empezamos sobre todo con torres 4G LTE utilizando software de código abierto en los techos de instituciones comunitarias", explica Jang. "Está muy bien, pero no es la forma en que nuestro servicio llegue al mayor número de personas". Según ella, los mayores logros de SCN se deben a que "no nos limitamos a experimentar desde una posición superior con los fondos que teníamos, sino que llamamos a las puertas y preguntamos: '¿Qué necesitan exactamente?'”.
Esta estrategia de trabajo sobre el terreno los llevó al Tiny House Program del LIHI. Las ventajas de la fibra óptica, según Jang, desempeñaron un papel esencial en el éxito de la misión de la SCN en ese lugar. "La fibra óptica es muy importante", afirma. "(La falta de acceso) es un importante factor de desigualdad, incluso en las ciudades". El backhaul de fibra óptica proporciona conexiones de alta capacidad y baja latencia entre redes locales como Seattle Community Network y las redes troncales más grandes de las que dependen.
Sin embargo, para aprovechar al máximo las ventajas de Internet de fibra óptica, el Local Connectivity Lab tuvo que mirar más allá de los recursos de la universidad y asociarse con el gobierno municipal.
El Local Connectivity Lab colaboró por primera vez con el departamento de TI de Seattle en 2020. Para poner en marcha dos centros piloto, la organización recurrió a un subsidio de equidad digital del programa Technology Matching Fund (TMF) de la ciudad. Jim Loter, director técnico adjunto de Seattle, explica que la ciudad concede entre 10 y 14 subsidios al año. La ciudad elige a los beneficiarios no solo en función de las necesidades, sino de lo bien que cree que pueden llevar a la práctica las propuestas formuladas en sus solicitudes de subsidio.
El Connectivity Lab cumplió. En 2024 recibieron otro subsidio municipal para ampliar la conectividad de la Seattle Community Network a los Tiny House Villages. La ayuda del departamento de TI de Seattle incluyó un acuerdo con Lumen (la compañía matriz de Quantum Fiber). "Nuestro subsidio sirvió para financiar el equipo digital", cuenta Loter. "Pero Lumen dio un paso adelante aportando fibra óptica gratuita para el backhaul de la red".
En la actualidad, cuatro Tiny Home Villages disfrutan de Wi-Fi de banda ancha a través de una conexión de Quantum Fiber. Dado que muchas familias sin vivienda también tienen hijos en edad escolar, las escuelas públicas de Seattle se unieron al esfuerzo para ayudar a los estudiantes a mantenerse conectados, y la Autoridad de Vivienda de Seattle también desempeñó un papel activo.
"La última milla es uno de los problemas más difíciles de resolver", sostiene Jang, refiriéndose a la "última milla" de conexión entre los hogares y la red más extensa. "Algunos de estos complejos de viviendas donde viven personas de bajos ingresos de la ciudad están realmente cerca de las bajadas de fibra óptica (hay una caja de empalme justo afuera), y deberíamos conectarlos utilizando los recursos existentes en la ciudad".
Conectar las Tiny Houses Villages de Seattle a Internet fue el resultado de una asociación polifacética entre sectores sin fines de lucro, la industria privada y la administración local. Tiene el potencial de cambiar la vida de miles de habitantes de Seattle.
"Estoy orgulloso de lo que conseguimos", afirma Loter. "Ampliar el acceso a la banda ancha para quienes viven en comunidades marginadas, especialmente en áreas de bajos ingresos, es un objetivo político primordial para la ciudad". (Lee cómo Loter ayudó a reunir a los departamentos del gobierno para ampliar la red de fibra óptica de la ciudad en nuestro otro estudio de caso de la comunidad de Seattle).
Desde su creación, la iniciativa Internet for All Seattle (Internet para todo Seattle) se apoyó en organizaciones como el Local Connectivity Lab para poder cumplir sus objetivos, que se basan en las ventajas de contar con Internet de fibra óptica. Gracias a asociaciones comunitarias como estas, estamos cada vez más cerca de una verdadera igualdad digital, no solo en Seattle, sino en todo el país. Visita nuestra sitio web para más información.
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